Unos 75 alumnos llegados de ciudades vecinas se ven imposibilitados de pernoctar semanalmente en el establecimiento educativo.
MIRAMAR (Corresponsal)
La salida de una viga y el apuntalamiento de un techo terminó de desnudar las deficiencias estructurales en el internado masculino de la escuela agrícola nº2 “Irene Martínez de Hoz de Campos” de Miramar, que obligaron a sus autoridades a suspender el pernocte de unos 75 alumnos que llegan desde ciudades vecinas y permanecen allí durante la semana escolar.
El problema no es nuevo en esta histórica institución educativa, modelo en la provincia de Buenos Aires, que actualmente necesita refacciones ante sus ya 70 años de existencia.
“Venimos reclamando este problema hace bastante pero desde el Consejo Escolar nunca nos dieron respuestas”, dijo a LA CAPITAL, el director de la institución, Fernando Grassino.
La preocupación y gestiones de las autoridades del establecimiento comenzaron durante el mes de febrero ya que el gobierno de la provincia realizó una obra como “riesgo de inicio”, contratando a una empresa de La Plata hace dos años, pero según Grassino “el techo quedó peor que antes, se llueve en varios sectores”.
Ante esas circunstancias, fueron enviadas diversas notificaciones al Consejo Escolar local pero según el propio titular del establecimiento que lleva 11 años en el cargo, “no obtuvimos señal de que esto se vaya a solucionar. El futuro es incierto ya que no sabemos quién se habrá cargo de esta obra supuestamente presupuestada en más de 1,5 millones de pesos”.
“Lo que estaba calculado era el arreglo de todas las cubiertas, levantar tejas y cambiar ruberoid. Eso costaba 800 mil pesos y la suma fue elevada al gobierno bonaerense pero no se obtuvo respuesta, ahora hay que levantar todo el techo”, agregó.
Por estas horas habría una reunión entre diversas autoridades, con el objetivo de buscar a una salida a esta preocupante situación.
La semana pasada se notó en la residencia que una viga sobresalía a través del cielorraso por eso desde el colegio se comunicaron con la inspectora de Infraestructura local y junto a un especialista se decidió clausurar ese lugar. Luego se apuntaló el techo ya que abajo se encuentra el comedor, pero lógicamente quedó inutilizable por riesgo toda la planta alta.
“Desde el lunes pasado, los alumnos internos de Mar del Plata y Nicanor Otamendi viajan todos los días pero 8 o 9 que llegan desde Necochea están viniendo un día a la semana. Se juntan entre los padres para traer a todos y después se les armó un plan de continuidad pedagógica para mandarle tarea por mail y que no pierdan tiempo de estudio. No es lo ideal pero ante esta circunstancia que se podía haber evitado, no nos queda otra”, destacó el director de la escuela agrícola.
Incertidumbre
Docentes, alumnos y sus padres no ven con demasiada expectativa que estos inconvenientes puedan ser solucionados a la brevedad aunque según se indicó, “por el momento el techo no corre riesgo de caerse porque está apuntalado pero tampoco el sector puede estar habitado”.
Esta circunstancia derivó que los 300 alumnos que concurren a la escuela “Irene Martínez de Hoz de Campos”, por precaución estén almorzando en el gimnasio deportivo de la institución.
“Nos llama la atención no tener respuesta clara y por escrito del Consejo Escolar, lo único que hicieron fue cambiar dos termo tanques pero nada más. Estamos hablando de un edificio que ya tiene 7 décadas, lógicamente necesita mantenimiento general, hay rajaduras en loza, paredes y debajo del tanque de agua”, manifestó Grassino.
Este panorama evidenció molestias en los padres de los alumnos que no pueden concurrir a clases con normalidad cuando todavía resta un mes y medio para la finalización del ciclo educativo. “Los papás quieren un respuesta urgente, los consejeros escolares son los responsables de brindar respuestas en infraestructura, hoy necesitamos de ellos para darles a los chicos la educación y comodidad que merecen”, concluyó Grassino.